Si acabas de hacerte un tatuaje, es crucial que sepas cómo cuidarlo adecuadamente para evitar infecciones, pérdida de color o cicatrices. En esta guía, te explicamos paso a paso cómo cuidar un tatuaje recién hecho, desde el primer día hasta que esté completamente curado. ¡Sigue estos consejos y asegúrate de que tu arte corporal luzca impecable por mucho tiempo!
1. Sigue las Instrucciones de tu Tatuador
Cada tatuador tiene su propio método de cuidado post-tatuaje, por lo que es esencial que sigas sus recomendaciones al pie de la letra. Generalmente, te proporcionarán una pomada antibacteriana y te indicarán cómo y cuándo aplicarla.
2. Mantén el Tatuaje Limpio
Durante los primeros días, lava suavemente el tatuaje con agua tibia y jabón neutro. Evita frotar con fuerza y seca con una toalla limpia dando toquecitos suaves. La higiene es clave para prevenir infecciones.
3. Aplica una Crema o Pomada Especializada
Después de lavar el tatuaje, aplica una fina capa de crema recomendada por tu tatuador. Evita usar vaselina o productos con alcohol, ya que pueden dañar la piel o afectar el color del tatuaje.
4. Evita la Exposición al Sol y al Agua
Durante las primeras dos semanas, evita sumergir el tatuaje en piscinas, mar o bañeras. Además, protégete del sol, ya que los rayos UV pueden dañar la piel y hacer que el tatuaje pierda intensidad.
5. No Rasques ni Arranques las Costras
Es normal que el tatuaje forme costras durante el proceso de curación. ¡No las arranques! Esto puede causar cicatrices y afectar el diseño. Si sientes picazón, aplica más crema hidratante.
6. Usa Ropa Suelta y Cómoda
Evita usar ropa ajustada que pueda rozar el tatuaje y causar irritación. Opta por prendas de algodón que permitan que la piel respire.
7. Hidrata la Piel Regularmente
Mantén el tatuaje hidratado durante todo el proceso de curación (aproximadamente 2-4 semanas). Una piel bien hidratada ayuda a que el tatuaje conserve su brillo y color.
8. Está Atento a Signos de Infección
Si notas enrojecimiento excesivo, hinchazón, pus o fiebre, consulta a un médico inmediatamente. Estos pueden ser signos de una infección que requiere atención profesional.